La vida laboral después de tanta convivencia se convierte en familia, toma el lugar de una segunda casa para las que aquí estamos, Don Bosco, formó parte importante para ella, ella es Doña Mary y Doña Mary será por siempre una persona que dejó gratos y grandes recuerdos. Una mujer que conoció varias áreas de la Guardería y en todas dejó lo mejor de sí, una sonrisa única, una voz tierna y cariñosa que siempre escucharemos en nuestro corazón. Una mujer que siempre hizo su mayor esfuerzo para formar parte del este gran equipo, desde bailar para los niños “Flor de piña”, ensayar por horas hasta sudar la gota gorda como coloquialmente se dice, hasta meterse en una botarga para representar al “Ratón vaquero” e impresionar a los niños para quienes siempre estamos. Son esfuerzos que se reconocen de una persona como ella y sobretodo que valoramos y siempre recordaremos con gran cariño. Dicen que de recuerdos no se vive pero tan solo en su lugar de trabajo ella siempre estará porque después de 14 años de convivir más de 9 horas al día hay más de una historia que revivir. María de los Ángeles Vicario Castro siempre será parte de todas las que tuvimos la oportunidad de recibir un cálido abrazo, una sonrisa de bienvenida, un consejo o un jalón de orejas cuando ella creía necesario, en fin, una gran mujer que dejó muchos momentos felices y que siempre estará presente en el día a día de Don Bosco. Gracias Dios por prestarnos a este ángel por 14 años y ahora que están juntos sigan bendiciéndonos a todos y cada uno de los que estamos y seguimos aquí hasta que nos volvamos a ver. Por siempre en nuestro corazón Doña Mary.

08-02-1966

10-05-2024

Descansa en Paz